jueves, 30 de mayo de 2013

La maternidad de la A a la Z: B de... Breve

Con un poquito de retraso, pero nuevamente aquí estoy esta semana para aportar mi granito de arena al Carnaval creado por Trimadre a los 30


La palabra "breve", cuyas primera acepción en la RAE es "De corta extensión o duración"... quizá no sea la primera palabra que se te pase por la cabeza cuando piensas en la maternidad, pero es una sensación que te ronda mil veces sin que te des ni cuenta... 

Como os digo, no fue la primera palabra en la que pensé cuando decidé participar esta semana con la B en el Carnaval. Primero pensé en besos, en belleza, bonito, bondad... incluso le pedí sugerencias a las grandísimas amigas que conocí en BBC: biberón, babas, Boba (la mochila portabebés que uso), balbuceos...¡incluso busto! Y os juro que sentí tentación de hablar sobre tetas, pero estando en ese estado permanente de duermevela en el que paso las noches desde que nació Pekachu, me bajó la inspiración: Breve.

Supe que estaba embarazada estando de 8 semanas. En ese momento parecía que faltaba muuuuucho tiempo para ser mamá. Cuando estaba cada mañana lavando los platos y tenía que irme corriendo al baño a potar, parecía que el embarazo se me haría eterno. Cuando mi tripilla era apenas imperceptible, parecía que jamás crecería. Sin embargo, de pronto me ví el hospital, empapada en sudor, agotada y embelesada mirando a mi bebé, y me di cuenta de lo tremendamente BREVE que me había resultado mi embarazo. De que ya no sentiría más esas patadas dentro de mí, de que mi tripa no daría más saltitos interminables cada día avisándome del hipo de mi pequeñajo, de que ya no seguiría mirándome de lado en un espejo llena de orgullo, y arrepintiéndome de las pocas fotos que me había hecho durante el embarazo (sí, me obsesiona un poquito el tema de la fotografía). Como os comenté en la entrada anterior, además aquí empezó a trabajar a pleno rendimiento la amnesia del embarazo, y no recordaba ese agotamiento, esa ciática y esa pubalgia que me habían hecho sentir que el embarazo era eterno... Ahora se me hacía tremendamente BREVE, demasiado breve, demasiado rápido, demasiado corto....

Una vez nacido mi pekémon, la cosa no mejoró, al contrario. Lo miraba y me preguntaba cómo sería cuando creciera un poco más, como sería su voz, cuándo empezaría a sonreir, a balbucear, a gatear, a decir "mamá"... Parecía que tenía prisa por verlo crecer, sin embargo su etapa de recién nacido fue tremendamente BREVE. Creció, lo ví sonreir por primera vez, oí sus primeros gorjeos, nos dió sus primeras muestras de cariño, cuando aprendió a arrastrarse por el suelo como un gusanito, cuando al fin descubrió cómo darse la vuelta.... aprendió a decir "adiós", a dar palmitas, a gatear correctamente, a caminar agarrándose a todo cuanto pillaba... Y todo pasó sin darme apenas cuenta... para mí era sólamente un día, un mes, un año... ¿qué es un año para la vida de un adulto? Sin embargo, para un bebé... es mucho, mucho tiempo, y son demasiados los cambios que se producen en su vida para un espacio tan breve de tiempo.

Está a punto de cumplir los 15 meses, cada día es menos bebé, y es más niño, y su etapa de bebé ha sido tan, pero TAN BREVE, que duele sólamente pensarlo. Cada pequeño avance que hace, cada pequeño pasito en su crecimiento, me llena a la vez de tanto orgullo y tanta pena... porque ahora le veo esa cabecita llena de pelo que ya se empieza a enredar y me da pena recordar cuando era un peloncete y yo me preguntaba cómo sería su pelo... Ahora le veo esos dos dientecitos, y deseo que le salgan más para ver cómo será su sonrisa, pero a la vez echo tanto de menos esas encías rosaditas...  Ahora lo oigo parlotear en su propio idioma, y aunque estoy impaciente porque diga sus primeras palabras, echo tanto de menos esos ruiditos de cuando no sabía controlar sus cuerdas vocales.... Y ahora que lo veo caminando sin cansancio cogido de mi mano y lo intento motivar cada día para que se suelte, echo de menos cuando era una bolita de carne rosadita en mi regazo que apenas lograba mover sus brazos.

Así que esta es una de las cosas que siento sobre la maternidad, lo tremendamente BREVE que es, porque aunque siempre estemos ansiosas por ver a nuestros hijos crecer, estoy segura de que, incluso cuando seamos unas viejitas esperando la visita de nuestros nietos, tendremos la sensación de lo breve que ha sido todo, de lo rápido que ha pasado el tiempo, y de que teníamos que haberlo aprovechado más.

Y os dejo la definición de Breve del Criador, que al final se ha parecido mucho, pero os juro que lo hemos hecho de forma independiente sin hablar sobre ello, ¿eh? :P


La paternidad de la A a la Z: B de... Breve

Breve. Cuando tienes un crío te das cuenta de la verdadera velocidad del paso del tiempo. Los 15 años antes de tener a Pekachu fueron una nota a pie de página en mi vida - 15 años en los que no soy capaz de recordar cambios físicos, emocionales o sociales salvo por los más importantes. La vida pasaba perezosamente, con un hito aquí y un acontecimiento allá, pero sin que su pasajero se diera cuenta de su pasmosa velocidad. Como un planeta en órbita.

Ahora que Pekachu está entre nosotros me doy cuenta de lo vertiginoso que es el paso del tiempo. Cada día hay cambios. Hace poco más de un año Pekachu retozaba en su cuna todo el día, ajeno a todo lo que había a su alrededor salvo los cinco minutos cada cuatro horas que había que alimentarlo. A los pocos meses empezó a arrastrarse por el suelo torpemente, sonriendo a todo cuanto encontraba a su paso. Casi sin darnos cuenta empezó a gatear y a perseguir a los perros imitando sus ladridos. ¿Que hará mañana? ¿Se pondrá de pié? ¿Dirá papá o mamá? ¿Como nos sorprenderá? ¿Somos conscientes de que antes de que nos demos cuenta estará en el colegio, se echará novia (o novio) y tendrá sus propios niños que le fascinen?

La vida es breve, y lo más sorprendente de todo es que ha sido un bebé el que nos enseñara algo tan simple.


sábado, 25 de mayo de 2013

Día del orgullo Friki... sí, existe!

Me gusta ser friki... me gusta disfrutar con una buena película o serie de ciencia ficción, de súper héroes, de magia, dragones y demonios. Me gusta ser otaku, y tener estanterías llenas de mangas, descargar mil series de anime, comprar Nendoroids para decorar mi salón, escuchar J-Pop y J-Rock, incluso ver Doramas (que lacrimógenos que son en su mayoría, ¿eh? Vaya enganche y trauma que pillé con Sekachu)

Me gusta, porque, al contrario de lo que pensaba la mayoría de la gente (ahora ya cada vez menos, por suerte), no soy rara, simplemente tengo más cosas con las que disfrutar y divertirme, incluso es más fácil para mi entorno darme regalos, siempre saben que van a acertar con alguna chorrada pseudo friki.

Como os comento, ser friki hace unos años era más durillo. Más para mí, una chica y además de Canarias, donde al vivir en islas, estamos más aislados (valga la redundancia), era toda una rareza... Además que era muy dificil satisfacer tus ansias de adquirir productor frikis -que ya sabemos, el despilfarre de dinero en pijaditas es el punto débil de cualquier friki que se precie-, recuerdo que en todo S/C de Tenerife sólo había un pequeño kiosko en la Plaza Militar donde vendían manga.... y ni pensar en encontrar merchandising de ningún tipo que no fuera por internet, pero claro, hace 14 años no era muy común eso de las compras online.

Luego me fui a vivir a Barcelona... ¡eso sí que era un paraíso friki! Casi cada fin de semana, el Criador y yo nos íbamos a dar "un paseo" por el centro, que consistía en una busca y captura saltando de tienda en tienda: Norma-Gilgamesh-Continuará-Fnac... A parte claro del cada vez más ruinoso Salón del Manga.

Nuestro punto álgido como frikis, llegó en 2009 cuando nos dimos "un saltito" a Japón. 15 días entre Tokyo y Kyoto disfrutando como enanos, dejándonos la vida -y los bolsillos- en ver, comprar, comer y visitar todo lo friki-humanamente posible... quizá una persona atlética y activa hubiera visto más, pero oye, para ser 2 frikiadictos a los sofales, bastante que vimos, comimos y gastamos.

El caso es que quizá todos los "me gusta" que he escrito, tendría que cambiarlos por "me gustaba". No sé si ha sido por mudarnos a Cork (Irlanda), donde de nuevo como friki te puedes ver un poco frutrado; no sé si puede haber sido por la edad, una se hace mayor y adquire gustos de señora....; o quizá simple y llanamente ha sido por el nacimiento de Pekachu, pero ya no disfruto tanto de ser friki. O quizá sí que lo disfrute, pero el tiempo libre de que dispongo no es el suficiente para seguirme sintiendo una friki de primera... Fijáos como será la cosa, que el Criador se siente hasta defraudado conmigo, y dice que ya no soy más que una simple Muggle (para los no puestos en el tema, las personas no-mágicas del mundo de Harry Potter), y oye, ¡eso hace daño a mi pobre corazoncillo! 

Pero tiene razón, si no hubiera sido por el post publicado por Padres Frikerizos -blog que os recomiendo porque son papás y frikis, combinación explosiva y súper divertida-, ni siquiera hubiera recordado que hoy era el Día del Orgullo Friki... Snif, estoy hecha una sucia muggle :(

Así que, a todos y cada uno de vosotros (porque TODOS tenemos un puntillo friki escondido en algún rincón), os deseo un muy feliz Día del Orgullo Friki, y que le rindáis homenaje de alguna forma pegándoos algún puntazo friki. Yo, por mi parte, voy a aprovechar la siesta de Pekachu para hacer un poco de ¡pium pium! Zasca, zasca! matando bichos en el WoW

Imagen extraída de la web oficial http://www.orgullofriki.com/

miércoles, 22 de mayo de 2013

La maternidad de la A a la Z: A de... Amnesia


Cuando das la noticia de tu primer embarazo a tus amigos y conocidos, hay una frase que te impacta por encima de toooodas las demás "Uyyy, aprovecha el tiempo que te queda, porque la vida te va a cambiar" (con mil variantes, pero con esa idea principal). Así que estás embarazada y no paras de pensar "uff... cuando el monster nazca, ya no podré hacer esto, o aquello...", llega un momento que incluso temes el momento en que nazca y tu vida cambie, incluso te planteas si estás preparada para ser madre, o si esta ha sido la mayor equivocación de tu vida.

Pero entonces un día, un médico/matrona/lo que sea, te pone a tu peke en brazos, y es aquí cuando surge la Amnesia de la maternidad. Lo hace de una forma muy discreta, porque tú tienes toda tu atención puesta en ese bichillo surgido de la nada, en mirarlo, alimentarlo, besarlo, saber por qué llora y cómo evitarlo, y sí, no nos engañemos, limpiar cacas, pipis, mocos, vómitos, cera de los oídos, legañas y demás maravillas del cuerpo humano.

Además esta amnesia sólamente afecta a determinadas partes de tu memoria, claro... no olvidas quién eres, ni dónde o cuándo naciste, ni en qué planeta vives... pero ahí está, fulminante y devastadora (aunque creo que también tiene su parte de salvadora).


La amnesia de la maternidad, hace que aceptes perfectamente el cambiazo que ha pegado tu vida, sencillamente porque ya no recuerdas como era tu vida antes de ser mamá. En mi caso en concreto, no puedo entender cómo podía pasarme hooooras y hooooras y noches enteras jugando al World of Warcraft, escuchando gritos de auxilio de mis compañeros "CURAMEEEEEEEEEEEEEEE", memorizando estrategias, estudiando la más apta configuración de mi personaje, coleccionando mascotas... Con lo cansada que estoy cuando tengo un rato libre... ¿meterme ahí a estresarme y cansarme más? Nah...


Tampoco llego a recordar perfectamente cómo era cuando salía con mis amigos, sin horarios, sin mirar el móvil cada 10 minutos, sin estar en parte deseando volver a casa para ver a Pekachu dormidito en su cuna.... y ¿de qué hablaba con mis amigos? Ni idea, yo sólo sé que ahora el 80% de lo que pienso y digo, está relacionado con él


A su vez, la amnesia de la maternidad no sólo afecta a la madre, sino a su entorno, me explico: poco a poco tus amigos empiezan a olvidarse de tí, ya no te llaman tanto para quedar, se olvidan de fechas importantes, y las conversaciones son cada vez más cortas


- Ey, hola! como estás?

- Muy bien, aquí estoy, dándole el bibe al peke. ¿Y tú qué tal?
- Bien también

Y le terminas de dar el bibe al peque, lo acuestas, esperas a que se duerma, te sientas a relajarte, y te olvidas de volver a mirar tu móvil hasta el día siguiente. La amnesia por ambas partes provoca que la conversación no vaya más allá... De todas formas, aunque no es algo que  haya sido aún profundamente estudiado, diría que la amnesia que afecta a tu entorno está provocada en gran parte por lo que comentaba más arriba, la amnesia que afecta a tus temas de conversación.


Según el peke va creciendo, la amnesia va afectando a más y más sectores de tu memoria... Todas esas veces que decías "yo con mi hijo no haré esto nunca", "mi hijo me hace eso y lo mato" pasan directamente al olvido, y si alguien te dice (sobre todo nuestras madres, que siempre están ahí para meter el dedo en la llaga) "Oye, ¿¿¿tú no decías que no ibas a hacer eso cuando fueras madre???" le aclaras que jamás en tu vida has dicho eso, o que al menos, no lo recuerdas.


Y a mí, con 14 meses de evolución de la amnesia de la maternidad, de momento no me ha afectado en más aspectos, pero estoy segura de que seguirá avanzando... Pero sólo puedo decir que efectivamente, el nacimiento de tu primer hijo te cambia la vida por completo, como dice mi compi Criador "tu vida se acaba, y empieza la de tu hijo", ya no eres esa chica despreocupada, pasota, divertida, con un montón de tiempo libre y mil ideas en la cabeza... ahora eres "La mamá de" en la que la amnesia te ha convertido, pero ojo, tienes otro montón de cualidades y formas de pensar que te hace ver tu nueva vida como la ÚNICA que has tenido, y sin duda, la mejor.


Y a continuación os dejo la versión Criador de la "paternidad de la A a la Z"


Paternidad de la A a la Z: A de... Avizor

Si hay algo que ha cambiado desde que tuvimos al crío es que ya no puedo tener los dos ojos puestos en el mismo sitio a la vez. Incluso si él está en su parque, en la cuna, entretenido con sus juguetes o en algún otro sitio donde está técnicamente a salvo (algo de lo cual nunca podemos estar seguros, dado lo "hábil" que es el colega y la facilidad que tiene para esmorrarse en 1m2) uno siente la compulsión de comprobar su estado cada pocos minutos, como si fuera un paquete de palomitas al microondas. Y es que si te demoras un instante de más, lo siguiente que escuchas es un TROMP y, durante los siguientes cinco minutos, llanto desconsolado.

Pero aún y así estoy convencido de que este estado de alerta máxima es más para nuestra propia paz mental que para la seguridad del pequeño. Después de todo, es tal y como dije - nuestro papel ahora es asegurarnos de que él está bien. Y si él está bien, nosotros estamos bien. Todo bien y paz en la galaxia.

Experimentando con la Goma Eva

Inauguro hoy la nueva sección que llamaré.... ¡Mancualidades! o manualidades para personas no muy habilidosas...

Seguro que en un momento u otro, has oído hablar de la Goma Eva... ahora todo el mundo habla de ella, es como el Aloe Vera pero de las manualidades. Al menos para mí fue así, a día de hoy sigo sin entender por qué leches las dos cosas son tan famosas.

Mi acercamiento a la goma eva se produjo en un intento cutre barato por proteger los dos solitarios piños de Pekachu. Dos piños que asomaron hace ya 5 meses, que tardaron más de 3 en salir completamente, y que siguen los pobres ahí solitos esperando por sus compañeros. Pues estos dos piños se encontraron 2 veces con una de las esquinas de la mesita de comedor, y fue todo un drama... Más para mí que para él, todo sea dicho, para él fueron unos minutos de llantos y un labio ligeramente hinchado en el primer golpe. Para mí, chorros de sangre saliendo de su boca (la sangre en la boca es muy escandalosa, una gotita parece chorros, os lo aseguro), temblores en piernas y brazos, sentimiento de culpabilidad, bajada de tensión, y revisión cada par de horas del estado de su boca para quedarme tranquila.

La primera opción fue comprar protectores de esquina, hasta que nos dimos cuenta que la forma redondeada de la mesa no aceptaba ningún tipo de protector. La segunda opción fue descartada antes de ponerla en práctica (sacar de casa todos los objetos potencialmente peligrosos). Y la tercera fue el crafting, oséase, apañarme unos protectores caseros... y fue una de mis amigas mamás la que me dió la idea de la goma eva.

De los protectores de esquina crafteados por la Criadora no os voy a poner foto, porque son cutres a más no poder, pero cumplen con su labor, o eso espero (el Criador sugirió lanzar a Pekachu contra una de las esquinas para probar su eficacia, pero decidí pasar de la idea). Peeero, ya que tuve que comprar goma eva, compré de sobras para ver qué podía hacer con ellos.

Y mi primera creación fue, tachán tachán.... la caja de leche-kappa-monstruito sin sentido para guardar los cereales del peke.


De aquí saqué 1 cosa en claro: la cola no es un buen material para pegar goma eva, tarda bastante en secar y se resbalan muchisimo las piezas entre sí, además de que al secar, aunque sea transparente, se ven los manchurriones.

Y ya puestos a aprovechar goma eva, decidí hacerle a Pekachu un muñecajo de su amadísimo Pocoyó para la pared de su habitación.


Sí, el Pocoyó tiene un tono de piel ligeramente radiactivo... era lo que había, pero Pekachu está super feliz, se lo he pegado al lado de su cambiador, lo cual lo mantiene entretenido mirándolo y yo soy feliz porque se deja cambiar el pañal...

sábado, 18 de mayo de 2013

Primera obra maestra de Pekachu

Ay, ¡qué orgullosa que estoy! Algo así teníamos que haber esperado, gustándonos a sus criadores dibujar cuando éramos jóvenes e inocentes, pero esto ha superado nuestras expectativas.

Resulta que nuestro peke-monster por excelencia, a sus 14 meses de edad... ¡ha hecho su primer dibujo! Y no, no le ayudé, ni le dije qué colores escoger, o qué debía dibujar, ¿eh? Ha sido completa y absolutamente obra SUYA.

Obviamente, la obra ha ido directita a la pared de su cuarto, sin marco ni nada, que nos va el rollo minimalista.





No me negaréis que es una auténtica obra abstracta... esa elección del color, esa disposición sobre el lienzo... Vosotros reiros, pero yo no descarto la posibilidad de vender sus próximas obras por una millonada y hacernos asquerosamente ricos... si Aelita Andre puede, Pekachu tambien.

Nuestro segundo ¿o sería el tercero? pekémon

Ay, Leo, Leo, Leo... ¿qué se me pasó a mí por la cabeza para coger otro chucho? Pues os cuento

Estando yo en el quinto mes de incubación del que debía ser nuestro 2º y (por el momento) último pekémon, fuimos mi chico y yo a buscar un vestido de premamá molongui para la fiestuki de navidad de la empresa para la que él trabaja (cosas de vivir en Irlanda, las empresas molan y se lo montan bien). El caso es que aún no conocíamos muy bien el centro de la ciudad, así que miramos en google antes de salir, para ver cómo llegar a H&M, donde había visto en su catálogo online una preciosidad de vestido.

Pero, haciendo honor a mi ya bien conocido sentido de la orientación nulo, buscando la tienda nos perdimos (culpa de mi chico por fiarse de mí). Y perdidos cómo estábamos, pasamos por delante de una tienda de animales con aspecto de mala muerte, y por algún motivo que no entiendo miramos hacia dentro... Y veréis, el caso es que en Irlanda no SUELES ver tiendas en las que vendan animales, está bastante mal visto aquí... así que nos sorprendió sobremanera ver en el suelo de la tienda un corralito con una camada de carlinos... En ese momento debíamos de habernos hecho los locos y seguir adelante en busca de mi vestido, peeeeeeeeeeeero, mi chico me preguntó si quería verlos, y yo impulsada por la tontería, le dije que sí.

Así que allí estaban, 3 cachorritos de carlino hiper regordetes y apretujables.... Una hembra color crema, y dos machos negros, uno bastante mono, gordote y grande, y otro con cara de mono y más pequeñajo. Os soy sincera, la verdad es que desde hacía tiempo estábamos con la idea de tener un segundo perrito, queríamos un compi para Princesita Rukia, y me encantaban los carlinos negros... eso sí, siempre tuvimos claro que querríamos una hembra, llegado el momento que, por supuesto, no sería tan pronto, queríamos esperar a que el peque naciera y creciera un poquito...

Peeero, de nuevo, impulsada por la tontería, las hormonas del embarazo, y juraria que Pekachu estaba desde dentro lanzando impactruenos y ronroneos varios, me agaché y me puse a jugar con las bolitas de pelo. Mi chico mientras iba hablando con el dueño... resulta que no eran carlinos (pugs en ingles), eran Jugs (mezcla de carlino y jack russell), así que costaba una tercera parte de lo que costaria un carlino de verdad.... y como a mí el tema pedigree me importaba bastante poco, lo ví como un regalo del cielo (aunque ahora valoro más lo de que sea de una raza de verdad, ejem.... ya entenderéis por qué). La hembra crema era mona, pero la pobre estaba descartada para mí por no ser negra... y me centré en los dos machos..... los cogí, jugue con ellos, los miré bien buscando algun rasgo de jack russell (y no los tenian) y le preguntamos al dueño por sus "personalidades". "El gordote sólo es rápido para llegar al bol de la comida, pero tiene una cara muy mona... el otro pequeñajo es mucho más divertido, se pasa el día jugando". Sabéis cual escogí, ¿no? Ajá, salimos de la tienda con el canijo hiperactivo con cara de mono, de un vendedor por cierto bastante poco fiable (nunca más...).

Y lo llamamos Leo (sí, so listillos, por Leo Messi, me confieso, somos culés, pero culés suavecitos eh?), y pocos días después, pasó a ser Gorileo. Al principio la Princesita Rukia pensó que era su nuevo juguete, pero pronto se dió cuenta de que más bien era un castigo no intencionado... Era malo como el demonio, no paraba quieto un segundo, mordía todo y a todos... "es un cachorro -pensábamos- ya se le pasará cuando crezca".... mudó los dientes, y seguía mordiendo muebles, además empezó a hacer intentos por montar a Rukia "Pues nada, en cuanto cumpla los 6 meses lo castramos, y se calmará" pensábamos.... Sus bolitas pasaron a mejor vida, y siguió mordiendo todo, siguió tirándose encima de las visitas para morderles el pelo, siguió montando a Rukia, y siguió siendo un demonio de perro.... De ahí que os comentara que a partir de ahora sí que doy valor al pedigree de un perro, porque este jodío cogió todo lo malo del Jack Russell...




No os engañaré... nos planteamos deshacernos de él en varias ocasiones... 1 bebé y 2 perros, uno de ellos un cachorro lleno de energía, fueron durante una época demasiado para mí, que me pasaba la mayor parte del día sola en casa. Pero sencillamente es algo que va en contra de mis principios, y que sé que pasaría el resto de mi vida lamentando... a parte claro de que al fin y al cabo el maldito se sabe hacer de querer: es muy cariñoso (demasiado), muy sociable (demasiado), hace mucha compañia, más que Rukia (demasiado tambien a veces), es algo más obediente que Rukia, y sobretodas las cosas, la relación que tiene con Pekachu es impecable... Todo lo malo que es con el resto del mundo, es todo lo contrario con él... jamás ha sido bruto, se deja hacer de todo, se adoran mutuamente...


Este extraño pekémon tiene principalmente un sólo ataque... se metamorfosea en Lickitung y copia su habilidad Lengüetazo (también conocido como LEO PARAAAAAAAAAAAAAAA)


Gorileo (también conocido como Dientes) con su extraño color

viernes, 10 de mayo de 2013

La nueva moda: métodos de crianza

Con el pasar de los meses, me he ido dando cuenta de que yo llegué a esto de la maternidad sin tener ni puta idea. Me quedé embarazada un poco en plan ninja, la tripa fue creciendo, fuimos comprando esenciales, y un día mi Pikachu asomó la cabeza diciendo "que ya he llegao, ¿eh?"

Y así fueron pasando los meses, de una forma fluida y natural, hasta que, más o menos a los 6 meses, dí con la comunidad española de BabyCenter, RIP (una lagrimilla recorre mi rostro), momento en el que empecé a encontrarme con términos que no había oído en la vida, y me dí cuenta de lo poco que sabía yo sobre la maternidad: LME, colecho, porteo, Estivill, Carlos González, Baby Led Weaning... qué ignorante me sentía. Pero como criadora pekémon aplicada y dedicada que pretendo ser, fui dejando que mi Pekédex grabara todos esos datos, comparando métodos, libros, técnicas....

Finalmente tras mucha dedicación (no tanta en realidad), escuchando diferentes opiniones, ojeando un par párrafos tanto de Estivill como de C.González, llegué a una conclusión: PA-SO. Desde que nuestro Pikachín vino al mundo, no hemos hecho otra cosa que guiarnos por nuestros instintos, hacer las cosas que nos parecían lógicas, y procurar ser los mejores criadores del mundo mundial, dejando los manuales para las cámaras de fotos, mesas del Ikea y demás aparatejos (¿a quien pretendo engañar? esos tampoco los leo).

Aún y así, siempre se me queda ese resquemor de fondo... ¿lo estaré haciendo bien? ¿Me estaré equivocando en mi método no-método? ¿Será feliz? ¿Pensará dentro de unos años que sus papás somos LEGEN-DARIOS?

El caso es que hace unos días me pasaron un video sobre un programa de La 2 de TVE sobre la crianza con apego, aquí os lo dejo

Todos La 2 - Debate: La crianza con apego: ¿produce adultos más empáticos y disciplinados?

Y me ha dado bastante en qué pensar, la verdad. Siendo totalmente franca, la primera vez que oí hablar sobre estas cosas, lo critiqué bastante, no entendía a las madres radicales pro lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses (quiero decir, está bien dar el pecho, pero no actuar rollo Inquisición quemándonos en la hoguera a quienes no pudimos o quisimos darlo); ¿eso del colecho? para mí era una palabra modernuki para camuflar una forma de malcriar. ¿Porteo? Más de lo mismo, ¿qué motivos hay para llevar todo el día al niño colgando en plan accesorio?

Pero hay una cosa que me ha enseñado la maternidad: Una cosa es lo que tú quieres hacer, otra es la que piensas que debes hacer, y otra muy diferente es la que realmente haces cuando tu hijo nace.

Yo no me he guiado por ningún método, de acuerdo, pero tampoco es que haya saltado mi mega instinto maternal hiper lógico y perfecto, no... Básicamente hago lo que mi pequeño dictador me ha impuesto. Aún recuerdo a una madre de las de la Inquisición de la comunidad de BabyCenter que nos tachaba a todas de malas madres, por haber usado, y cito palabras textuales "cunas, hamacas, carritos y otros artilugios para aparcar al niño y poder dedicarnos a nosotras mismas". Me hubiera gustado verla practicar la más radical crianza con apego con Pekachu (sí, he decidido que llamaré así a mi monstruito), je....

Resulta que aquí el colega es un independiente con dos pares de cojoncillos... No es que yo decidiera que él durmiera en su cuna, no... es que él ADORA su cuna y le molestamos para dormir. No es que yo decidiera pasarlo a su habitación a los 6 meses... es que al señorito le molestaba hasta oirnos respirar. No es que yo decidiera acostarlo despues de darle las buenas noches y hacerle unos mimitos, y salir de la habitación dejándolo ahí solito y a oscuras... es que el caballero no se duerme si nos quedamos allí cantándole una nana, acariciándolo, o poniéndole música en su proyector. En cuanto al tema de porteo, je... sí, a mi me gusta tenerlo en brazos y darle besitos, hasta que empieza a revolcarse como un gusanoide y a darme patadas y arañazos para que lo deje en el suelo. ¿Jugar con él? ¡Claro! Yo me voy al suelo, me divierto mogollón haciendo construcciones imposibles con sus Megablocs, mientras él se larga a empujar su tren gateando, a caminar arrastrándome las sillas por toda la casa, o a tirar mandos de la tele dentro del cubo de la fregona. Y así podría seguir durante páginas y páginas....

Así que viendo este video me he dado cuenta de que SÍ que puedo ponerle un nombre a mi método.... y es la crianza RESPETUOSA. Es decir... he hecho lo que mi hijo ha necesitado cuando lo ha necesitado, el motivo por el que no he seguido las pautas de la crianza con apego, es porque él lo ha querido así... Y el día que tenga otro pekémon... ¿quién sabe? Colecharé, o le llevaré todo el día colgando como un koalita, o haré lo que él/ella necesite (que sea ella, que sea ella, porfaaaaa)

Con todo esto, sólo hay una cosa que me atrevería a aconsejar a cualquier mamá o futura mamá, y es esto: haz siempre lo que pienses que es mejor, para tu hijo, y para vosotros sus padres. 

Y vosotros, ¿qué opináis? ¿Os habéis guiado por algún método en concreto?

miércoles, 8 de mayo de 2013

Mi pekémon inicial: Rukia, te elijo a tí!

Mi compañero criador y yo siempre hemos sido muy amantes de los animales, en particular de los perritos. Cuando al fin nos independizamos y nos fuimos juntos de alquiler, nos costaba horrores adaptarnos a vivir sin un chucho que nos viniera a recibir cada día a la puerta, que nos calentara los pies en la cama, nos diera besitos por las mañana y se comiera las sobras (que no está la cosa para estar tirando comida). Pero ahí estaba el impedimento por excelencia de los pisos de alquiler: No se permiten mascotas. Hasta que al final dimos con un piso donde nos dejaban un poco a regañadientes (ya sabéis, primero hay que camelárselos un tiempo pagando puntualmente y siendo unos inquilinos perfectos, o aparentándolo :P).

Teníamos una raza en mente: el carlino... el típico perro que de feo, es gracioso y se hace de querer por la lástima que da, además de ser una raza que exigía poca actividad y que se adaptaba al estilo de vida de cualquier friki (internet, series, World of Warcraft... ese tipo de deportes). Casualmente, unos días antes de San Valentín del 2009, el criador se topó de frente con una hembrita rechoncha en una tienda de mascotas, y claro, me estuvo hablando de ella durante horas... así que sin pensármelo mucho fui a la tienda, pregunté sobre ella, le hice monerías varias para evaluar su carácter, y dejé mi Visa temblando (eso me pasa por encapricharme en la raza de moda).

Rukia (que fue como la "bautizamos" en nuestro punto más alto de frikismo, en honor al personaje de Bleach, por eso de medir medio palmo y tener los ojos más grandes que el resto del cuerpo), resultó ser un perfecto carlino, y no lo digo por temas de pedigree ni demás tontadas, sino porque hacía honor a lo que el criador llama "perro patata". Se pasaba la mayor parte del día durmiendo a nuestro lado, sólo se movía para enchufarte el culo encima y exigirte caricias, ladraba hasta el cansancio (el mío, porque ella no se cansa NUNCA), comía como un cerdito, roncaba como un gorrino, y muchas veces también olía como tal...


El parecido es más que razonable

Y como todo pekémon, ha ido evolucionando a lo largo de su vida...Primero fue una "castaña" (por lo de las arrugas de la cabeza), para desevolucionar en "trocito de caca" (no me preguntéis el por qué, soy de poner motes así), y ahora ser sin más "princesita Rukia" (que anda que no tiene aires de grandeza la jodía), alternándose con "CALLA RUKIA" cada vez que oye algo, o cree oirlo. Y por supuesto como todo pekémon, tiene sus habilidades especiales:


  • Cabezazo, también conocido como Ataque Castaña: ataque de tipo normal, coge carrerilla y embiste al criador o amigos con la cabeza.
  • Cargatóxica, también conocido como joder-Rukia-qué-asco: ataque de tipo veneno, varía en función de la comida digerida ese día.
  • Bostezo, variante del joder-Rukia-qué-asco: ataque de tipo normal, este no varía en función de la comida, huele siempre igual...
  • Pisotón, ataque de tipo normal, ocurre cuando se encarama encima del criador o amigos, apoyando sus 10 kilazos en una de sus diminutos patitas, destrozándote el muslo, o (en caso de tratarse de un hombre) escroto.
  • Puño drenaje, de tipo lucha: la pekémon combina su habilidad "Dame la patita" con sus uñas para engancharte la mano y forzar así las caricias en su pecho, drenando así todo tu amor por ella.


La pobrecilla, habiendo crecido en Canarias, estaba muy acomodada al buen clima... Los días que llovía, no merecía la pena sacarla a la calle, porque se negaba a entrar en cualquier parterre que estuviera mínimamente húmedo para hacer sus necesidades... lo mismo pasaba si había llovido el día anterior, o 2 días antes, y aún no se había secado la tierra... Y de golpe y porrazo, se vió en Irlanda, en Cork para ser más concretos, donde llueve 387 días al año y no solemos subir de los 15º. Aún recuerdo como se pasó su primer verano con abriguitos puestos y metida debajo de mantas.



Aquí Rukia en su forma final, Princesita Rukia

Poco después, vió su puesto de princesita usurpado por nuestro segundo pekémon, pero esa ya es otra historia....


sábado, 4 de mayo de 2013

¿Por qué?

Prácticamente desde que empecé a familiarizarme con todo esto de internet, allá por el siglo XX, me interesé por el tema blogs... Veía blogs súper interesantes o divertidos, y decía "¡oye, yo también quiero hacer uno!", pero nunca encontraba las ganas  el tiempo para ponerme a ello, o el tema del que hablar.

El caso es que ahora soy madre, lo cual le da un 1% más de interés a las cosas sobre las que podría hablar, porque ey, hay MUCHÍSIMOS blogs sobre maternidad... así que tan dificil no será... Así que si sumamos esto a mi verborrea incansable, mis horas muertas cuando mis pekemons deciden pasar de mí, y el encierro al que me veo forzósamente obligada (Se acerca el invierno.... bueno, no AHORA mismo, ya sabéis, pero esa frase mola), da como resultado esto, un blog...


Y así podré dejar de escribir mis megatochos en facebook, o de hablarle constatemente de mis neuras a mis pobres amigos, los cuales siempre consiguen parecer interesados, más majos.... Ahora que lo pienso, quizá por eso me han animado a hacer un blog... ¡serán capullos!


Así que nada, ¡aquí empieza esto! Y a ver cuánto dura, que conociéndome, no será mucho.


La criadora y el pekémon por excelencia a cuestas